El sistema nervioso se compone de células que se comunican entre sí a través de sustancias denominadas «neurotransmisores», tales como las endorfinas, las cuales provocan la sensación de bienestar a las vez que tienen un efecto sedante, antidepresivo y analgésico.
La forma que hasta ahora se ha resuelto el problema de los neurotransmisores ha sido mediante fármacos, si embargo la terapia vibracionales, promulgan que mediante la vibración de la música, aromas, esencias florales o meditación, la mente es capaz de regenerar de nuevo esos neurotransmisores restaurando el equilibrio del cuerpo. Es decir, que la vibración del sonido puede liberar de nuevo endorfinas, logico si tenemos en cuenta lo ya hablado de las vibraciones que restauran niveles perdidos de equilibrio armononico.
¿Cuales son sus efectos ?. Tumbémonos en la cama o en diván y previamente creemos un ambiente agradable, encendamos un incienso pongamos una música de alta vibración por ejemplo música Barroca en un tono agradable a nuestro oido, y adoptemos una postura cómoda; todo nuestro cuerpo debe estar en reposo. Transcurrido un tiempo en ese estado de escucha y “no hacer nada” nuestro estrés habrá reducido su nivel de actividad, nuestro ritmo cardiaco fluirá más acompasadamente, nuestros músculos estarán relajadso y una sensación de bienestar nos invadirá. Eso seria lo lógico, salvo casos excepcionales más traumáticos.
Supongamos que en vez de poner la música de un Cd comercializado, nos permitimos una sesión de musicoteria mediante personal especializado que utilizando el instrumental adecuado a nuestras necesidades, apliquen los sonidos requeridos para nuestra subir la vibración emocional del momento.
En primer lugar se reduciría del ritmo respiratorio,habria un enfriamiento del cuerpo que pasaria a un estado semi-letargico, con un menor consumo de oxígeno y entrariamos en una fase de relajación parecida a la duerme-vela, cada vez mas y mas profunda, mas y mas placentera, alcanzando una vibración semejante a la ola amorosa que sentimos en momentos de gran armonia peronal Dependendiendo de las ondas mentales se puede acceder a estado alterados de conciencia. Ha entrado en acción la liberación de las endorfinas.
Estas vibraciones se alcanzan igualmente con la práctica de la meditación profunda, o en estados místicos; recordemos los éxtasis de santa Teresa de Jesús y de otros muchos santos y maestros de la espiritualidad mundial. La ventaja de perticipar en las sesiones de musicoterapía es que no necesitamos alcanzar la iluminación para disfrutar de estados tan placenteros para nuestro ser.
La Musica se emplea bajo 3 parametros :
: • Cadencia o ritmo. • Intensidad o volumen. • Frecuencia o posición en el pentagrama.
Las notas altas, agudas, actúan preferentemente sobre las contracturas musculares, se propagan rápidamente en el espacio aunque en distancias cortas, actúan fuertemente sobre el sistema nervioso, constituyen una señal de alerta y aumenta los reflejos, al mismo tiempo que nos ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio o agotamiento.
En el sentido negativo, tendremos en cuenta que tambien pueden dañar si son muy altas e incluso producir descontrol y alteraciones de los impulsoso nerviosos.
Las notas bajas, graves, no parece que tengan influencia sobre las terminaciones nerviosas y su efecto es más mecánico, por lo que tienen mayor influencia sobre las zonas corporales huecas, como los pulmones, corazón y abdomen, quizá porque son lugares idóneos para las resonancias.
Las notas graves se perciben mal en distancias cortas, por lo que su efecto inmediato es difícil de medir, aunque son capaces de ser audibles en muchos Km. a la redonda. Su efecto mecánico es tan poderoso que puede resquebrajar muros, carreteras, terrenos, y actuar con un efecto vibratorio muy intenso en cualquier cuerpo sólido. Terapéuticamente tienden a producir efectos sombríos, visión pesimista del futuro y tranquilidad extrema.
La cadencia de las notas musicales, graves o agudas, es el segundo factor en importancia y así tenemos que, mientras que los ritmos lentos inducen a la paz, los rápidos inventan al movimiento y a exteriorizar los sentimientos.
El tercer y último elemento musical es la intensidad, la cual indudablemente ha ocupado en nuestro siglo una preponderancia quizá aún mayor que las otras dos, a causa de los potentes equipos de sonido. Cualquiera de los otros dos efectos, cadencia o frecuencia, produce efectos mucho menores que la intensidad del volumen, hasta el punto de que una nota o partitura que en sí es tranquilizante puede volverse irritante si el volumen es más alto que lo que esa persona puede soportar.
Notas agudas a bajo volumen Son agradables de escuchar, nos invitan a despertarnos con relax, nos predisponen al trabajo y nos dan alegría. Son antidepresivas y nos proporcionan felicidad. Se correponderia con el despertar de la naturaleza, cantos de pájaros, grillos veraniegos, cascadas, y se expresarían mediante instrumentos como el clarinete, el arpa, o la guitarra clásica.
Las notas agudas de alto volumen, sin embargo constituyen una llamada de alerta, una nota de atención vigorosa, nos despierta del sueño con rapidez, eso puede irritarnos y excitarnos. Se usaría para movilizar a grandes masas ya que esos sonidos inducen a la acción. Los equipararíamos con la sirena de las fabricas, o portuarias, el sonido de las trompetas del ejercito, el grito desgarrado de un niño. Son sonidos sobrecogedores. Los instrumentales serian La guitarra eléctrica, la trompeta y los platillos de la batería, el ulular del viento de tormenta.
Las notas agudas a alto volumen y muy rápidas, son aquellas que influyen de forma más rápida y directa hacia las personas proyectándolas hacia la acción. Nos invitan al movimiento corporal, nos predisponen a mezclarnos con grupos de gente y casi nos obligan a seguir una dirección determinada. Emocionalmente mejora la apatía, la debilidad de carácter y los complejos. Tiene un efecto muy perjudicial en el oído, son irritantes del sistema nervioso hasta el punto de descontrolarnos, aumentan la agresividad y perjudican las relaciones sociales íntimas y personalizadas. La batería, los solistas de música rock. La caída del agua de una gran cascada, el desbordamiento de un río o un enjambre de cigarras.
Notas graves a bajo volumen Son las notas más sedantes, las que nos motivan a movernos con lentitud, con paciencia, y las que invitan a la reflexión. Pueden calmar rápidamente a grupos de personas discrepantes, provocar el sueño de un niño inquieto y producir una relajación muscular y nerviosa rápida y eficaz.
Ejemplos: el silencio de la noche, el movimiento de las olas, el vibrar del campo. Las palabras serenas de un abuelo, el mugir de las vacas, la respiración durante un sueño profundo y un pequeño ventilador. El contrabajo, el oboe y el violonchelo.
Notas graves a fuerte volumen Son notas intimidatorias, que obligan a detenerse ante la presunción del peligro. Nos producen miedo, o al menos prudencia, y nos invitan a movernos con extrema lentitud. Se emplea generalmente para infundir pánico y para obligar a la reflexión inmediata a personas muy agresivas.
Ejemplos: los timbales (muy utilizados en el ejército), el saxo y el trombón. En la naturaleza encontramos las avalanchas de tierra y nieve, los movimientos sísmicos, el trueno, el rugir de un animal salvaje o en el estallido de un volcán en erupción. Una explosión, un tornado o un maremoto.
Si la cadencia es muy rápida, como una manada en estampida, una ametralladora o cientos de personas corriendo, el efecto de pánico puede ser incontrolable.